Anoche estuvimos viendo el cielo con mi hija mayor. Tiene cuatro años y duerme temprano, por lo que la llegada de la noche siempre nos daba la señal de que debía comenzar su rutina para dormir. Pero ayer la noche nos encontró todavía afuera, jugando en una cama elástica heredada de unos amigos. No podía interrumpir su emoción, así que decidí hacer una excepción y saltar con ella en la oscuridad. Durante una pausa nos tumbamos y comenzamos a ver las estrellas.


"¿Qué es una estrella fugaz, papá?".

-"Un objeto que al acercarse a la Tierra crea una estela de luz al entrar en la atmósfera."

-"Mmmm. Quiero ver una."

-"¿Y tú cómo sabes de estrellas fugaces? ¿Te contó la mamá?".

-"No, lo vi en Peppa. ¿Tú has visto alguna?"
- "Sí."

Hace algunos años, por estas mismas fechas, estuvimos toda la familia viendo el cielo. Mis hermanos y yo aguantábamos el frío de la noche, pues habían anunciando una lluvia de estrellas, y ninguno quería perderse ese espectáculo. Nuestros padres nos contaban historias mientras todos mirábamos hacia arriba, esperando tener suerte. Y sí que tuvimos suerte porque el cielo estaba completamente despejado y nosotros estábamos en el campo, lejos del resplandor de la ciudad. En el cielo se veían muchísimas estrellas y no nos tomó mucho ver la primera estrella fugaz. Fue mágico ver como aparecía esa luz brillante en el cielo, que sin dar aviso volaba de un punto a otro del cielo. Luego vimos otra, y luego otra. Unas eran muy largas y otras tan cortas, que apenas alcanzabas a verlas con el rabillo del ojo. Las había intensas y también tenues. Llegó un momento en que varias personas veíamos la misma estrella fugaz, así que nos propusimos no irnos a dormir, hasta que los seis miembros de la familia viéramos la misma estrella. Esto no ocurrió durante la próxima hora, a pesar de que casi siempre estábamos por lograrlo. Fue tan divertido, pasamos viendo al cielo, contándonos historias, y esperando lograr este desafío que nos habíamos planteado. Finalmente lo logramos, increíblemente, y fuimos a dormir, después de haber escrito uno de los más lindos recuerdos de mi vida.

"Papá, creo que acabo de ver una estrella fugaz."
- "¿Cómo era?".
- "Como un globo aerostático, pero en forma de corazón."
- "¿Y tú qué sabes de globos aerostáticos...?"

La vida es tan fugaz, que vale la pena detenerse, hacer una pausa y disfrutar de los hijos y de sus ocurrencias. Tal vez no lo sabes ahora, pero muchos de esos momentos luego serán los mejores de tu vida.